31 de agosto de 2008

Osel Hita Torres el lama español

.En 1950, un año después de que la República Popular de China fuese proclamada, tropas del EPL derrotaron al ejército tibetano y tomaron el Tíbet, obligando a su gobierno a firmar el llamado “Plan de Liberación Pacífica del Tíbet”. En 1959, cuando el gobierno central de China sofocó la rebelión en Amdo y Kham del Este, el decimocuarto Dalai Lama se vio obligado a huír a la India. Tomado de La frontera de China

La cultura tibetana ha estado inseparablemente unida al budismo. Hasta 1959, año de la ocupación china, el Tíbet se mantuvo encerrado en sí mismo, conservando intacto su sistema feudal y teocrático. El Dalai Lama era la cabeza política y religiosa del país, y por debajo de él había decenas de señoríos regidos por los lamas, abates de poderosos monasterios y dueños de sus tierras y sus siervos. El maoísmo chino terminó con todo eso, y el Dalai Lama y los suyos se vieron obligados a vivir en el exilio de Nepal e India.

Pero en los años setenta, la historia dio otro giro sorprendente: el encuentro entre la contracultura occidental y el budismo tibetano obró el milagro.

Demostrando gran inteligencia, los lamas decidieron responder a la simpatía que su milenaria espiritualidad despertaba en distintos sectores sociales de
Estados Unidos y Europa, y el lama Yeshe fue un personaje clave. Yeshe está considerado el apóstol del budismo tibetano en Occidente. Abriendo centros budistas aquí y allá, llegó a España. Tanto éxito tuvo el lama Yeshe que acabó creando la FPMT (Fundación para la Preservación de la Tradición Mahayana), una organización que dispone de centros de estudio y de retiro en el mundo.

Francisco y María, conocieron a Yeshe en Ibiza en los años 70. Se convirtieron al budismo, se casaron y se trasladaron a Bubión en la Alpujarra (Granada), donde abrieron un centro budista. La comunidad budista organizada en torno al centro de retiro (llamado O sel-Ling) sigue existiendo en La Atalaya, en la ladera del barranco del Poqueira. El lama Yeshe estuvo detrás de la creación del centro alpujarreño, que sería bendecido personalmente por el Dalai Lama en una histórica visita a la sierra granadina en octubre de 1982.

-"Yeshe era un hombre abierto, tolerante, nada rígido.
Tenía gran sentido del humor y, como quería conocer todo lo de Occidente, hasta visitaba bares y discotecas en Ibiza", cuenta María Torres.

María daría a luz a su quinto hijo, Osel, en febrero del año 1985, en Bubión. Entretanto a muchos kilómetros de la Alpujarrra, unos meses antes de nacer Osel, en un hospital de California había fallecido el lama Yeshe de una dolencia cardiaca a los 49 años. Su discípulo y mejor amigo, el lama Zopa, se vio ante la delicada tarea de hallar cuanto antes a la reencarnación de Yeshe. Tuvo sueños premonitorios. Pistas oníricas y adivinaciones (¿?) llevaron al lama Zopa hasta la cuna del bebé andaluz después de viajar por 'medio mundo'.

Zopa habló con los padres de Osel. María y Francisco acataron el veredicto.
Viajaron a Dharamsala, en el Himalaya indio, para presentar a Osel ante el Dalai Lama. Luego, el propio Dalai Lama lo escogió como la reencarnación de Yeshe entre un grupo de 10 niños.


Y en marzo de 1987, a la edad de 2 años, fue entronizado como 'el venerable lama Tenzin Osel Rimpoché' en una ceremonia de más de dos horas en Dharamsala. Mientras sonaban los cuernos, las gaitas, los címbalos, las campanillas, las flautas de hueso y los grandes tambores tibetanos, y unos cincuenta monjes y monjas salmodiaban interminables plegarias, Osel se dedicó a jugar con un cochecito y comer dulces.( Noticia El País, Dharmsala - 18/03/1987)

El Dalai Lama pidió a los padres que: tratasen a Osel 'como a un niño normal', pero siendo conscientes de que es un lama y que necesita disciplina; empezará a estudiar a los cuatro años y a los ocho deberá abandonar el hogar familiar para vivir en el monasterio de Sera.

Los primeros años de la infancia de Osel fueron felices. Muchos viajes y anécdotas. Todos a su alrededor parecían obsesionados por encontrar reminiscencias de su vida anterior. Cualquier monería o travesura adquiría una resonancia sobrenatural. Que estuviera gordito y mofletudo era causa de gozo porque recordaba la apariencia física del lama Yeshe. Sus ganas de broma, también. Luego se hizo espigado y tímido. Y entonces dijeron que los rasgos físicos no se heredan de una encarnación a otra, sólo el karma.


El verano de 1991 Osel ingresó en el monasterio de Sera, a 3 kilómetros de la ciudad santa de Lhasa. Allí estuvo conviviendo con 4.500 monjes. Su condición de 'tulku' o lama reencarnado le otorga a Osel notables privilegios. No vive sujeto a la disciplina de los demás monjes, que ocupan los caserones que se desparraman alrededor del templo principal formando una pequeña ciudad. Vive en un chalé espacioso, rodeado de un jardín que huele a jazmín y a nardo. Un ciervo ciego pasea su cornamenta entre los ficus centenarios. Es su mascota.


Tiene criado. Los maestros acudan a darle clases particulares en su propia casa. Por lo demás, se ve sometido a la férrea disciplina del monasterio. Debe vestir siempre el hábito de monje y está muy mal visto que use gafas de sol, vaya en bicicleta, masque chicle o vea televisión. Diana a las 5.30 de la mañana, de 14 a 16 horas de estudio basado en el aprendizaje de memoria, algo que a Osel siempre le repugnó, pues era partidario de la discusión y el razonamiento para llegar a sus propias conclusiones. Osel da muestras de buenas aptitudes para las matemáticas y la ciencia, que son las asignaturas fáciles en comparación con la caligrafía tibetana o la 'metafísica del vacío'… Se hace amigo de Namgyal, un monje australiano que ayuda en las funciones de su tutoría. La vida monástica es una aventura más hasta que Namgyal es relevado. Osel acusa el golpe. Su carácter se ensombrece.

En 1993 Osel envió desde el monasterio de Sera un mensaje desesperado: “Mamá, ven y sácame de aquí”. El niño estaba sofocado por la vida monástica. María, que aún vivía en Bubión, se plantó en el monasterio, le quitó a su hijo la túnica, le puso unos vaqueros y se lo llevó a La Alpujarra. Osel pasa el verano en Bubión, jugando con sus hermanos.
Para los lamas aquello fue una pataleta de un mimado niño occidental. Osel no tardó demasiado en volver al monasterio de la mano de su padre, más plegado a las consignas de los lamas. El padre, Francisco Hita, y un hermano menor, Khunkyen, viven con él.

Se había celebrado una reunión en Londres para tratar de la vuelta de Osel y la crisis se dio por cerrada. Pero en falso. En realidad, sólo fue el primero de una serie de desencuentros que se agravaron durante la adolescencia del pequeño lama, cada vez menos proclive a someterse a los modos de sus educadores. El pulso entre María y los tibetanos fue ganando intensidad. Un año, a Osel, sólo le permitieron una visita de tres días a España pero María burló a los tutores y se escapó con él tres semanas. En represalia pasó dos años sin ver a su hijo al que habían convencido de que su madre era una mala influencia.


En diciembre de 1999, Osel y el lama Zopa fueron los anfitriones del Dalai Lama en Bodh Gaya, una pequeña ciudad en el norte de la India donde el Buda histórico alcanzó la iluminación o nirvana. Sentado junto al él, Osel atendió pacientemente las enseñanzas que el Dalai Lama prodigaba a miles de fieles venidos del mundo entero. (...) Algunos se acercaron, postrándose ante el niño, convencidos de que se encontraban ante su preciado e iluminado maestro. Osel estaba incómodo con toda esa notoriedad.

El hecho de sentirse diferente y recibir tanta adulación podrían haber hecho mella en su personalidad, y así fue. El resultado es un adolescente un poco caprichoso, a veces altivo, casi siempre distante. Dicen que hay que sonsacarle las palabras.

-¿No era su predecesor Lama Yeshe comunicativo, cordial, abierto ?, le preguntan a su padre.-Lama Osel no es Lama Yeshe. Ni siquiera se parecen. No se reencarna la persona, el "yo", sino la conciencia sutil hecha del karma pasado, la suma de las acciones buenas y malas- responde Francisco .
-¿Qué te queda de Lama Yeshe?, le preguntan a Osel.-Su karma.
-¿Recuerdas algo de tu vida anterior?-No, nada.

Está loco por los ordenadores y se ha leído todos los 'Tintines'; disfruta jugando al billar tibetano y al cricket, el deporte nacional de la India. No comparte la pasión que otros monjes sienten por el fútbol. Prefiere jugar una partida de badminton con su hermano o leer un cómic.

-"Conviene apartarle de las tentaciones occidentales hasta que el niño sea lo suficientemente maduro. No se puede educar un lama en Occidente; un lama, palabra que significa `maestro', necesita empaparse del ambiente de la cultura tibetana", explica el abad del monasterio de Kopan ( fundado por Lama Yeshe, reencarnado en Osel), refiriéndose al criterio empleado para la educación.
-Hay quien dice que están ustedes haciendo un experimento de condicionamiento social y espiritual con el chico...Y responden sus tutores: ¿Acaso no se condiciona a todos los niños cuando se les manda a un internado, o se les inculca el gusto por la música, o la afición por el fútbol?

Dentro de unos meses deberá acudir al patio del templo donde más de 500 monjes ofrecen todos los días un espectáculo singular debatiendo los puntos más oscuros de la filosofía budista en un elaborado ritual de preguntas y respuestas. Será una dura prueba para el joven lama. Hay muchos en Sera que albergan sus dudas sobre la habilidad de un reencarnado occidental.

Su tutor americano, Georges Churinoff, es un ingeniero físico convertido hace 25 años en monje budista , explica que Osel deberá quedarse por lo menos nueve años más en Sera, profundizando su educación monástica, al tiempo que estudiará para seguir una carrera universitaria en Occidente. "Lo ideal es que después haga un doctorado en cualquier materia científica para estar preparado de cara a asumir la tarea de su predecesor: extender las enseñanzas del budismo en Occidente. Si todo sale bien, se pasará el tiempo viajando por el mundo, dando conferencias y administrando una organización que abarca monasterios, centros de retiro, hospicios y centros de acogida".
-¿Y si decide hacerse jugador de cricket? -No sé -responde Churinoff- Estamos intentando algo que sólo se puede experimentar si se tiene una visión de futuro. Intentaremos conciliarlo todo... pero lo de jugador de cricket parece difícil.

A comienzos de junio de 2002, la posibilidad de que el pulso inesperado entre India y Pakistán terminara en un apocalíptico conflicto nuclear llevó al Gobierno de España a recomendar la salida de esos países de los ciudadanos españoles. El lama Zopa, el tutor espiritual de Osel, quiso ser muy precavido. Desde uno de sus múltiples viajes por el mundo, Zopa telefoneó al monasterio de Sera y les dijo a Osel y su padre que lo más sensato era que pasaran el verano en Occidente. Hicieron las maletas y volaron hacia España. Osel se reunió en Ibiza con su madre y con la libertad, cuando estaba a punto de cumplir 18 años. En Ibiza, las dudas de Osel colisionaron con el anhelo de vivir la juventud que le estaban robando.

Reporteros de El País le visitan en su retiro en la isla, a finales de junio de 2002. Con él resulta difícil romper el hielo, y en los días que los periodistas pasarán a su lado, sólo lo conseguirán si le hablan de fútbol, ciclismo, motos, música, videojuegos, comida española o lo último en ropa, asuntos por los que evidencia una gran curiosidad. Sin embargo, se mostrará francamente incómodo cada vez que surjan temas como sus experiencias como lama en el monasterio de Sera o su visión de los mundos oriental y occidental. Más de una vez cortará abruptamente la conversación con frases como “Quiero estar solo” o “Voy a retirarme a meditar”. Entonces, su madre dice: “Está en una edad muy difícil”. Osel no tiene muchas ganas de describir cómo es su vida en Sera, y prefiere concentrarse en las nuevas experiencias que le ofrece la isla.

-A los 20 o 21 años, les cuenta María a los reporteros, con una década o más de adelanto respecto a lo habitual, Osel logrará el título de geshe o doctor en filosofía budista. A partir de ahí tendrá plena libertad para elegir su futuro, incluido su oficio. Escoja el camino que escoja, Osel será para los budistas tibetanos un lama, un guía espiritual, y el líder de la Fundación para la Preservación de la Tradición Mahayana. Alumbrada por el lama Yeshe y dirigida ahora en calidad de regente por el lama Zopa. Esta fundación cuenta con 140 centros en Asia, Europa y América, es una de las mayores y más prósperas organizaciones internacionales del budismo tibetano y la principal en Occidente.

Osel vuelve a expresar el fastidio de un adolescente cuando los periodistas le preguntan si tiene impresiones, recuerdos, memorias de cosas vividas por el lama Yeshe. “No”, responde secamente.

-“Que el lama Yeshe se haya reencarnado en mí no tiene nada de particular; todos somos la reencarnación de una persona u otro ser vivo; podemos ser la reencarnación de una rana o de un rey”, dice el muchacho.

Y es que el budismo sostiene que todas las personas pasan por sucesivas existencias, bajo formas humanas o animales, y que cada una de ellas puede ser aprovechada o desaprovechada. Un buen comportamiento permite ascender en el camino hacia la perfección, la sabiduría total, el Nirvana, donde uno alcanza la iluminación total y se convierte en Buda. En cambio, un mal comportamiento implica un retroceso hacia formas más primitivas. Y aunque dicen que todos 'nos reencarnamos', sólo aquellos que han avanzado mucho en el camino hacia la perfección, como los lamas, tienen posibilidad de decidir dónde, cómo, cuándo y en quién.

-"Hay reglas que tienes que seguir, aunque no quieras, aunque sean estúpidas”, dice Osel. -“En Sera hay 4.500 monjes y, sin una serie de prohibiciones, sería imposible controlarlos”.

María Torres interviene entonces para precisar -“Muchos de esos monjes no tienen la menor vocación, han sido enviados allí desde críos por sus familias, tan sólo para que tengan un techo y un plato caliente cada día”.

Osel no hace el menor comentario al respecto, pero, como si reflexionara en voz alta, dice: -“Una vez que me haga mayor, pienso cambiar muchas cosas”.

Los reporteros de El País aprovechan la locuacidad momentánea de Osel.

-¿Qué cambiaría? -“Al budismo que estoy aprendiendo le quitaría lo que son meras supersticiones tibetanas, le dejaría lo auténtico y esencial del Dharma y le añadiría lo bueno de Occidente”.

-¿Y qué es lo bueno de Occidente? -“El concepto de libertad”, responde Osel, que de inmediato vuelve a cerrarse.


Meses más tarde, Osel decidiría que no volvería al monasterio de Sera.

-"Cuando dejé el monasterio, estuve en un instituto de Canadá, donde saqué el equivalente del bachillerato español. Luego, me fui a Suiza. Allí estudié arte, filosofía, derechos humanos y francés durante un semestre".

Fue entonces cuando le picó el gusanillo del cine y se fue a Italia. También ha procurado divertirse, desquitarse así de la disciplina medieval a la que estaba sometido.

-"Me fui a Italia y estuve 'currando' de ayudante de cámara, maquinista y electricista. Pasé allí seis meses y a la vuelta decidí que quería estudiar Cine. Me interesa tener la capacidad para plasmar mensajes, situaciones cotidianas, música, gente, lugares, sentimientos... Momentos condensados en dos horas. Es la nueva era de la comunicación y por eso empecé a experimentar en ello".

La situación se hizo insostenible y los lamas redactaron un comunicado insólito el 7 de octubre de 2004.

In June Lama Osel finished the school year at a top international boarding school. Osel successfully graduated from Grade 12 and has now begun the new academic year at an International College in Europe.

After more than 10 years of Tibetan studies Osel found the experience very helpful.

Osel expressed great appreciation and thanks for all that everyone has done to ensure that his Tibetan and Western education has to date been the best possible.

At this time, Osel feels it vitally important for him to spend more time pursuing his western education.

However since for the time being that means he is not in Sera, Osel feels it is not appropriate that financial support be raised in the same way as previously.

Fortunately, funding for this stage of Lama Osel's continuing education has already been secured.

For the time being therefore, we have decided that until Lama returns to Sera to continue Tibetan studies, we will suspend the Lama Osel Education Fund.

Thank you to everyone for your support and generosity and for all you have done to date - it really has been so helpful.
En él explicaban que Osel les había dado las gracias por la educación recibida, pero que se iba. Le cortaron la financiación. «Osel siente que es vital emplear más tiempo en su educación en Occidente. Como ya no está en el monasterio de Sera, Osel cree que no es apropiado que se sigan donando fondos para su educación, como hasta ahora.» La separación es un hecho, aunque le dejan la puerta abierta. «Por el momento hemos decidido que hasta que el lama no vuelva a Sera y reanude sus estudios tibetanos, las aportaciones al fondo para su educación quedan suspendidas.»

No obstante, un grupo reducido de devotos le sigue apoyando en sus gastos y necesidades educativas.
En esta página del Centro Nagarjuna de Madrid, que pertenece a la FPM, forma parte del elenco de maestros y hablan de Osel como si siguiese viviendo en Sera.

Podemos leer estos pensamientos de quienes confiaron en él:

Lama Osel's new outbursts of willful behaviour put us into a dilemma. How should we respond? Should we reprimand, ignore or take notice? Was it a spoilt child who was saying these harsh, rude things? Or was it a wise guru? For the Tibetans this was not even an issue. Tulkus are renowned for their great energy, their mischief, their strong will and their utter determination to take the lead. They are notoriously naughty and wild, and so for their own good must be dealt with by a strong hand. The Tibetans had no qualms about disciplining their spiritual adepts, on the grounds that their extraordinary power must be channeled into useful directions.

We Westerners, howerer, were new to the job. This was the first Tibetan tulku to be born as one of us, and we were having to learn the hard way how to deal with such an extraordinary situation and with the enormous responsability that it entailed.(leer más)

Así es como Osel Hita Torres abandona sus estudios de 'doctor en Filosofía y Dialéctica Budista' y se matricula en una Escuela de Cine, para formarse como director. Cuenta que los tebeos de Tintín le servían como escapatoria a las interminables clases de gramática tibetana. Con Hergé aprendió los rudimentos de la narrativa fílmica.

O.SEL.LING está afiliado a la Fundación para la Preservación de la Tradición Mahayana (FPMT) una red global de Centros Budistas establecidos por Lama Thubten Yeshe con el propósito de preservar y hacer disponibles las enseñanzas Tibetanas Budistas de compasión y sabiduría.

Tomado de:

Osel, de niño lama a estudiante de dirección de cine en Canadá

Charla con el lama rebelde

The Birth of Lama Tenzin Osel

The reincarnation of Lama Yeshe

EL PAÍS, 30 de junio de 2002

Venerable Lama Tenzin Osel Rinpoche ( Biografía, Libros y Artículos)

Tras un biombo chino

The Tibet Album( British photography in Central Tibet 1920-1950)


ACTUALIZACIÓN 31 de MAYO de 2009:

Osel Hita Torres desvela el misterio





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